El Maracanazo es el término con el que se conoce a la victoria de la selección de fútbol de Uruguay en el último partido de la Copa Mundial de Fútbol de 1950, frente a la selección Brasileña. Contra todo pronóstico, los uruguayos se alzaron con el título por 2-1 en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Aunque aquél campeonato, famoso por el maracanazo, se decidió mediante una ronda final de cuatro equipos (jugando en la modalidad todos contra todos), el último partido se convirtió en una final, ya que ambas selecciones, con 4 y 3 puntos eran las únicas con opciones a la fecha. Las otras dos, España y Suecia tenían 1 y 0 puntos respectivamente.
Los medios de comunicación y la afición de Brasil habían creado un ambiente de triunfalismo excesivo días antes del encuentro decisivo, donde el triunfo local parecía inevitable, mientras que una victoria uruguaya se veia como algo inviable. Además un empate bastaba a los anfitriones para alzarse con el título.
La primera parte transcurrió sin excesivos sobresaltos. Los brasileños buscaban el gol ante un conjunto charrúa atenazado por las circunstancias. El portero uruguayo Roque Gastón Máspoli conseguía contener los ataques brasileños con solvencia. Llegaron al descanso con 0-0. A unos les valía y los otros estaban a tan sólo un gol de la gloria. La duda comenzó a sobrevolar Maracaná.
A poco de comenzar la segunda parte Brasil marcaba el primer gol de la tarde, Maracaná estallaba de alegría. Parecía que el guión se iva a cumplir. En medio de aquella locura de alegría y júbilo Varela acudió a reclamar una posición adelantada al árbitro, con la intención de restar tensión al partido. De esa manera buscaba atraer la atención de los aficionados y así enfriar el partido y frenar el vendaval que se les venía encima tras el gol.
En el minuto 66 Juan Alberto Schiaffino silenció Maracaná por primera vez. Pese a que el empate valía a los brasileños para ser campeones, una nube de incertidumbre volvía a sobrevolar el estadio. La puntilla llegó en el minuto 79. Todos pensaron que Alcides Ghiggia iba a centrar aquel balón, pero su disparo se coló pegado al poste. Maracaná quedó en absoluto silencio.
Mientrás para los aficionados brasileños, la victoria uruguaya fue una tragedia, comentada como la peor derrota deportiva del país hasta entonces, la celebración y el éxtasis fueron inmensos para los uruguayos. La inesperada victoria llegaba a oídos de aquel país gracias al inolvidable relato de Carlos Solé. La gente se volcó a las calles a festejar lo que, en un principio, parecía un sueño inalcanzable.
Imagen de portada; FOTO: FORTEPAN / Kátai Gyuláné, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons