La final de la champions de 1999

Final de la Champions de 1999; la locura en un minuto

Momentos históricos

Por días como este el deporte de élite es seguido por millones de personas en el mundo. Un minuto capaz de llevarte a otra realidad, de olvidarte durante unos instantes de tus problemas y elevarte al paroxismo de la felicidad… o la tristeza.

Ambos equipos ya se habían enfrentado en la fase de grupos antes de llegar a aquella final de la Champions de 1999. Empataron tanto en Múnich (2-2) como en Manchester (1-1) y dejaron en la cuneta al FC Barcelona que también estaba en su grupo. En cuartos y semis el United doblegó al Inter y a la Juve. Mientras que los alemanes superaron al Kaiserslautern y al Dinamo de Kiev. Los diablos rojos llegaban sin la presencia de su capitán Roy Keane y Paul Scholes por acumulación de tarjetas.

El 26 de mayo, en el Camp Nou, Bayern y Manchester volvían a encontrarse. Comenzaba la final de la Champions de 1999. Seis minutos tardaron los alemanes en abrir la lata con un gol de falta de Mario Basler. El encuentro fue muy disputado y hubo ocasiones en ambas porterías. El Bayern mandó dos balones al palo con 1-0 en el marcador que, de haber entrado, hubieran acabado prácticamente con el sueño del Manchester. Y es que con el Manchester adelantado, en la segunda parte el equipo alemán gozó de muchos espacios. Y se cumplió el minuto 90.

En ese momento la afición alemana ya cantaba y vitoreaba a su equipo, mientras que los hinchas ingleses veían como se les escapaba el trofeo. Durante la segunda parte Ferguson dio entrada a Sheringham en el minuto 67, moviendo a Beckham a la derecha y, ya como último recurso, a Solskjaer en el 81. Los dos cambios de su vida.

Minuto 91, córner para el Manchester. David Beckham lo saca, es la última oportunidad para poder lograr lo imposible, incluso Peter Schmeichel sube a rematar. El córner es mal despejado por la defensa bávara, y el balón cae a los pies de Ryan Giggs que lanza a puerta y Teddy Sheringham lo introduce en la red. La locura inglesa, consiguen forzar la prórroga en una final que ya tenían perdida.

Minuto 93, el conjunto inglés consiguió otro córner apenas un minuto después de haber marcado el empate. De nuevo, Beckham ejecuta el saque, Sheringham remataba de cabeza y Solskjaer convertía el 2-1 provocando la gesta de los diablos rojos. Lo imposible se había hecho posible en tan solo 1 minuto. Si el empate había sido una locura este gol desató todos los sentimientos existentes en los aficionados ingleses y jugadores. Los que sienten y disfrutan del deporte de competición saben de lo que hablo. La locura, alegría, felicidad, desahogo todo elevado a su máximo grado.

En el otro lado los jugadores alemanes, incapaces de reanudar el partido, ni el arbitro fue capaz de hacerles volver a jugar. Imposible, aquel mazazo era histórico. Las caras de los aficionados alemanes, incrédulos, asimilando todavía lo que acababan de ver. Esa final de la Champions de 1999 quedará grabada a fuego en la historia del fútbol.


Imagen de portada Photo by Seán MurrayCropped and retouched by Danyele, CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons

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