Tres miembros de la tripulación y diez pasajeros murieron inmediatamente. Durante la primera noche, fallecieron cuatro personas debido a las gélidas temperaturas y sus graves heridas. En las semanas posteriores, murieron doce más, ocho por un alud.
La tragedia de los Andes es una historia que conmocionó al mundo entero. Una increíble lucha por la supervivencia de un grupo de jóvenes uruguayos, integrantes de un equipo de rugby, quienes, en octubre de 1972, se embarcaron en un viaje en avión que terminó en un desastroso accidente en las montañas de los Andes, en Argentina.
El vuelo 571 de Uruguayan Air Force, que transportaba a 45 personas, incluyendo al equipo de rugby Old Christians Club, se estrelló en las montañas de los Andes el 13 de octubre de 1972. A pesar de los esfuerzos de búsqueda, el avión no fue encontrado durante varios días y se dio por perdido. Sin embargo, un grupo de 16 supervivientes se encontraba atrapado en las montañas nevadas, a una altitud de 4.000 metros.
Se vieron obligados a enfrentarse a unas condiciones extremas, con temperaturas bajo cero y una falta crítica de alimentos y agua. A medida que los días pasaban, los supervivientes comenzaron a morir de frío, hambre y heridas. Poco a poco se fueron dando cuenta de que estaban solos, aislados y que no había esperanza de rescate. Los primeros días trataron de mantenerse ocupados, buscando comida y agua, pero con el paso del tiempo se sumió en una situación desesperada.
Tomaron una decisión difícil: comer los cuerpos de los compañeros fallecidos para sobrevivir. Esta decisión se tomó después de una larga discusión y de una votación, y aunque al principio fue difícil de aceptar, finalmente se dieron cuenta de que era la única forma de seguir con vida. A pesar de las condiciones extremas, los supervivientes mantuvieron su espíritu y su determinación.
Finalmente, después de 72 días, dos de ellos, Nando Parrado y Roberto Canessa, caminaron a través de las montañas para buscar ayuda. Caminaron durante varios días, superando las condiciones climáticas extremas y las dificultades del terreno. Fueron unos 38 km durante 10 días hasta que encontraron a unos arrieros que dieron el aviso y pusieron fin a su calvario. Desde el accidente aéreo, Canessa había perdido casi la mitad de su peso corporal, alrededor de 44 kilogramos.
El 22 de diciembre de 1972, dos helicópteros llegaron a la zona donde se encontraban los supervivientes de la tragedia de los Andes, pero debido a las difíciles condiciones del terreno empinado, solo pudo aterrizar uno de ellos con un solo patinazo. Además, debido a los límites de peso y altura, solo pudieron ser rescatados la mitad de los supervivientes.
Un grupo de cuatro miembros del equipo de búsqueda y rescate se ofreció a quedarse con los siete supervivientes que quedaban en la montaña para pasar la noche. Al día siguiente, a primera hora, llegó el segundo vuelo de helicópteros para llevar al resto a hospitales de Santiago para su evaluación y tratamiento de diversas afecciones como mal de montaña, deshidratación, congelamiento, fracturas, escorbuto y malnutrición.
Los supervivientes de la tragedia de los Andes explicaron haber sobrevivido con alimentos que llevaban consigo, plantas y hierbas locales. Sin embargo, después del rescate circularon rumores sobre antropofagia (canibalismo) en los medios de comunicación. Los supervivientes dieron una conferencia de prensa donde explicaron el pacto que habían hecho para sacrificar su carne si morían para ayudar a los demás a sobrevivir. En un principio, recibieron una reacción negativa por parte del público. Después de la explicación del pacto, la opinión pública cambió y las familias fueron más comprensivas.
Imagen de portada BoomerKC, Public domain, via Wikimedia Commons