Por aquél entonces era el mejor equipo de Europa y posiblemente del mundo. Ganó cinco scudetto consecutivos y batió récords de victorias. Un accidente aéreo hizo desaparecer aquél equipo de ensueño de un plumazo.
La tragedia de Superga tuvo lugar en 1949. Por entonces el Torino, conocido como el Gran Torino, era uno de los equipos mas fuertes del mundo. Ya había ganado 5 ligas de forma consecutiva y estaba a cuatro partidos de ganar la sexta. En su estadio tenía el récord de imbatibilidad en 93 partidos. Era tal la calidad de sus jugadores que el once inicial de la selección italiana llego a tener a 10 jugadores del equipo.
El 4 de Mayo de 1949 el equipo volvía de jugar un amistoso en Lisboa contra el Benfica de Portugal para celebrar la despedida del capitán del equipo portugués «Xico» Ferreira, gran amigo del capitán del equipo turinés, Valentino Mazzola. Aquél 4 de mayo el clima en Turín era muy desfavorable. Nubes que casi tocaban el suelo, chubascos, fuertes ráfagas de viento del suroeste y muy poca visibilidad horizontal.
No se sabe muy bien si debido al fuerte viento de costado izquierdo, el avión podría haber sufrido una deriva a estribor. O la posibilidad de que el altímetro hubiera funcionado incorrectamente y se hubiera bloqueado a 2 000 m, lo que llevó a los pilotos a creer que estaban a mayor altitud. El caso es que el avión modelo Fiat G.212 de tres motores se estrelló en la preparación del aterrizaje con la pared posterior de la Basílica de Superga en la colina de la ciudad.
Aquella tragedia de Superga supuso una conmoción para el mundo del futbol. Los 31 tripulantes del avión perdieron la vida en aquella colina, los 18 jugadores, dirigentes del equipo y sus acompañantes, y tres de los mejores periodistas deportivos italianos de la época. El impacto en el país transalpino fue brutal. Mas de medio millón de personas se dieron cita el día del funeral.
Sauro Toma fue el único jugador de aquél mítico Gran Torino que se salvó. Una lesión le impidió viajar en aquél avión. Antes de morir en 2018, con 92 años, declaró que había vivido como «alguien condenado a sobrevivir, mientras mis hermanos perecieron».
Jugaron los cuatro partidos restantes alineando juveniles, algo que también hicieron sus rivales. Ganaron su sexto scudeto, pero la tragedia de Superga había robado al futbol un devenir que podía haber sido completamente diferente en la historia. Volvieron a ganar el campeonato en 1976, pero aquél Gran Torino ya nunca volvió.